Corella, ubicada al sur de Navarra, es escenario del arte barroco en Navarra.
La arquitectura civil corellana tiene sus propias peculiaridades. Se caracteriza por edificios construidos en ladrillo, a excepción del portalón de entrada y los escudos en piedra. También podemos encontrar forja en los balcones. El ladrillo, además de material constructivo, permitía realizar una decoración muy efectista con grandes contrastes de luces y sombras.
En la plaza de los Fueros encontrará la casa de los Virto de Vera (siglo XVIII) y la iglesia del Rosario (siglos XV y XVI), una impresionante construcción de ladrillo que cuenta con un bello retablo mayor y obras de Vicente Berdusán. Merece la pena llegar hasta la plaza de España y detenerse en la casa de los Marqueses de Bajamar, un palacio señorial muy bien conservado.
El recorrido continúa en el edificio religioso barroco más destacado de la localidad, la parroquia de San Miguel. Es la más antigua de Corella, pero a partir del siglo XV sufrió una profunda remodelación y del primitivo templo no queda ningún vestigio. No se pierda su retablo mayor del siglo XVIII. En una modesta casa, justo enfrente de la Iglesia de San Miguel, una placa conmemorativa le indicará el lugar donde vivió el escritor y periodista Mariano José de Larra (1809-1837), cuando su padre ejercía la medicina en Corella.
En la calle San Miguel hay dos excelentes muestras de arquitectura civil barroca de La Ribera: el palacio de los Arrese, un edificio con una sorprendente decoración rococó en tonos pastel, que no está abierto al público, y la casa de las Cadenas, una construcción que le llamará la atención por las dos gruesas cadenas de hierro que cuelgan de sus puertas principales.